









Bloque de 48 viviendas
Dos estrategias básicas sustentan el proyecto: La primera, busca que todas las viviendas tengan fachada al mar y al sol. La segunda, opta por una alineación poligonal de los edificios muy asimilable a la alineación curva del vial. En este mismo sentido y en lugar de trabajar bajo la concepción de dos bloques aislados, se ha considerado toda la edificación como un solo volumen construido interrumpido, tan solo, por un espacio vacío central. De esta forma, se formaliza una fachada urbana de mayor entidad, aumentado, a su vez, la complejidad espacial de los espacios intersticiales. Los accesos a las viviendas se realizan a través de un corredor establecido en la pequeña brecha entre el terreno y la zona posterior del bloque. La planta aparcamiento está abierta, ventilada y luminosa en contacto directo con la zona ajardinada del proyecto. Toda la fachada de Levante está ocupada por profundas terrazas, encaradas a mar, con una piel exterior metálica que permite desarrollar los diferentes usos y necesidades del programa interior y, al mismo tiempo, mitigar los rigores de la volumetría compacta de las viviendas.